sábado, 22 de noviembre de 2014

Transparencia

Reconocemos que el Estado debe apoyar aquellas manifestaciones culturales y patrocinar sus mejores exponentes.  Sin embargo, en vista de la nueva realidad socioeconómica que enfrentamos TODOS tendremos que hacer sacrificios.  Las opiniones que siguen a continuación están basadas en el texto literal del artículo de Esteban Pagan Rivera publicado en El Nuevo Día del sábado 22 de noviembre de 2014 sobre la situación de la nadadora Vanessa García, aclarando que no tenemos nada en contra de ella ni de los demás atletas AFICIONADOS que nos representan y que no viven de los “ingresos” que pudieran generar de la práctica de sus deportes.  Si la información es incorrecta, confusa o está sacada de contexto es responsabilidad del medio que la publicó.

En el segundo párrafo indica el artículo que VG:

  •  “podría dejar la natación si el DRD no le renueva la ayuda económica que le permite entrenar a tiempo completo”.


La siguiente oración indica que VG:

  •  “es parte de la Junta de Atletas a Tiempo Completo, organismo… que reparte los fondos que se le entregan a los deportistas elite puertorriqueños”. 


En el tercer párrafo el artículo cita a VG:

  • “Yo estoy bajo contrato con el DRD, y dependiendo de lo que hiciera aquí (en Veracruz) me renovaban."


En el cuarto párrafo indica el artículo que VG:

  •  “recibió en al pasado ciclo olímpico (2009-2012) $196,693, lo que resulta en alrededor de $49,000 al año.”


Analicemos primero las implicaciones de la combinación de las 3 primeras citas.  ¿Cómo es posible que VG pertenezca a la Junta que reparte dinero y a la misma vez ser beneficiaria del mismo?  Sustituyan el nombre de VG por el de cualquier líder político o de organizaciones “sin fines de lucro” y se imaginaran las acusaciones de corrupción, los referidos al DJ, OEG, las investigaciones legislativas, etc., etc. que serían titulares en los periódicos.

Analicemos ahora las implicaciones de la cuarta cita de forma aislada.  Se informa una asignación de $49,000 anuales a una nadadora.  Perdonen mi ignorancia, pero ¿qué gastos tiene un@ nadador@ para practicar su deporte además del traje de baño, los “goggles” y uno que otro artículo especializado?  El salario de la inmensa mayoría de los servidores públicos, sin mencionar a los asalariados de la empresa privada, no llega a esa cantidad y, en algunos casos, tienen que poner de su dinero para comprar materiales para su trabajo.  Si ese es el subsidio para una nadadora, no me imagino cómo será el subsidio a atletas que practican deportes cuya práctica requiere de la adquisición de equipos y materiales especializados que representan una inversión significativa de dinero, claro está, si es que el dinero se asigna de manera proporcional y no se reparte a base de amiguismo.

Tal vez en el pasado se le vendió la idea a los atletas elite que Puerto Rico podría darse el lujo de financiarlos como muchos países lo hacen en la medida en que sus ingresos se lo permiten.  Lamentablemente, por un lado es necesario que se reconsidere el uso de los fondos asignados a la JATC, posiblemente con esos fondos pueda establecerse o fortalecer programas de acondicionamiento físico para la niñez en vez de dedicarlos a financiar “logros” deportivos que nos entretienen durante par de semanas al año cada 4 años.  En lugar de apoyar a aquellos jóvenes que por suerte tuvieron acceso a la práctica de un deporte ya fuese por mero gusto, como herramienta para lograr una beca deportiva para sus estudios universitarios o como posible fuente de ingresos como carrera profesional deberíamos promover la salud física y la disciplina del ejercicio desde los años tempranos de la niñez.  De esa manera, el banco de talento se ampliará al tener más jóvenes y adolescentes con las condiciones físicas apropiadas para la práctica de deportes competitivos, y más importante aún, atacaremos la epidemia de obesidad, diabetes y alta presión que arropa a nuestro niños.


Como ven, este artículo provocó en mí una serie de interrogantes y preocupaciones que deberían aclararse.  Esa fue la razón por la cual titule este escrito “Transparencia”.  No podemos seguir asignando fondos públicos sin cuestionar a que se dedica el uso del mismo ni los resultados obtenidos, independientemente de si las personas involucradas nos caen simpáticas o son admiradas por sus ejecutorias.  Espero que alguien se haga eco de estas expresiones y logre que algunas o todas reciban contestación o sean aclaradas para beneficio de todos, y como no es nada personal contra VG, espero que se investigue la asignación y uso de fondos públicos por parte de la JATC.

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