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martes, 11 de agosto de 2015

CARLA CORTIJO VS FBPR (2)











Esas son, a mi entender, las frases más significativas y que representan, más que el fin del caso de Carla Cortijo, el comienzo de un proceso de introspección respecto a la manera en que las organizaciones deportivas, sus líderes y precursores atienden la igualdad de género respecto al trato que se le da a los atletas.  Lejos estaba Carla de imaginar que su decisión de firmar un contrato profesional, como lo han hecho cientos de atletas y deportistas puertorriqueños, fuese a levantar tantas pasiones y a destapar las actitudes más retrógradas de las instituciones que se suponen promuevan ciudadanos íntegros y de bien para nuestro País.  Indistintamente de si Carla logra o no firmar su contrato, su mayor logro ha sido enfrentar a los líderes de su Federación y servir de ejemplo para aquell@s otr@s atlet@s que sufran este y otro tipo de atropellos de parte de las organizaciones a las que pertenecen.  Sobre todo, exigir igualdad en el trato a las féminas, que como en muchos aspectos de la sociedad se encuentren rezagadas.

Analicemos esas 3 frases lapidarias haciendo una analogía con las típicas frases de los hombres abusadores que “aman” a “sus” mujeres.  La frase de Paquito, después de llamarla egoísta, es similar a la del hombre que perdona a la mujer por haber abandonado el “hogar” donde sufría maltratos y le ofrece recibirla de vuelta cuando ella quiera regresar.  La frase de Fufi es similar a la de “perdóname, no volverá a pasar” y la de Tuto es similar a la de “yo soy así, pero tú sabes que conmigo no te falta nada”.

Claro que no pueden castigarla, y claro que la necesitan en el Equipo Nacional, no le hacen un favor con eso.  ¿Qué pasemos la página y que hay cosas más importantes?  ¿Así le vamos a decir a las mujeres maltratadas porque vivimos en un País en quiebra: que maltraten o mueran algunas mujeres no es tan importante como renegociar la deuda o resolver el estatus?  Claro que en el baloncesto hay cosas que atender: (1) el itinerario que conflige con los torneos internacionales, (2) la disparidad entre los equipos de 1ra categoría y el resto de la Liga Superior, (3) la proliferación de refuerzos y la escasez de hombres grandes que no pueden desarrollarse para nutrir el Equipo Nacional.  Pero, ¿acaso no podemos “masticar chicle y caminar al mismo tiempo”?

Los líderes deportivos tienen que abandonar esa mentalidad romántica de los deportes, este País necesita promover que si sus ciudadanos eligen ser deportistas aspiren a ser los mejores, en el béisbol ya esa trasformación se dio.  Desde niños los padres aspiran a convertir a sus hijos en peloteros de Grandes Ligas y ya hay más de una academia de especializada en béisbol.  Cada joven que firma como profesional es una familia menos que vive de la dependencia del Gobierno.  ¿Acaso se sienten más poderosos teniendo entre sus manos el futuro de esos atletas manteniéndolos en la dependencia de los fondos que manejan?  ¿A cuál prospecto le han negado el derecho a firmar con un equipo de Grandes Ligas porque la Federación de Béisbol  lo necesita para una competencia internacional?  ¿A cuántos médicos se les impide abandonar la Isla después de que el País invirtió una suma inmensa para subsidiar sus estudios en nuestra Escuela de Medicina?  Como esos hay múltiples ejemplos de compatriotas en todos los ámbitos de la sociedad que abandonan el País buscando su bienestar y el de su familia.

¿Acaso no recuerdan el caso de Guillermo Díaz, el mismo que ahora practica con el Equipo Nacional de Baloncesto Masculino?  A pesar de ser un jugador que nació y se crió en Puerto Rico, aunque terminó su escuela superior en EEUU para lograr exposición y lograr una beca, la Federación nunca exigió su integración a la Liga una vez graduado y dejado en libertad por un equipo de la NBA.  Por el contrario, durante varios años TRABAJÓ como jugador profesional en varias ligas extranjeras mientras su AGENTE exigía un pago mayor que el reglamentario asignado a los jugadores de nuevo ingreso para aceptar entrar al sorteo de jugadores de la Liga de Baloncesto Superior.  O sea, que para efectos de Guillermo, la liga de su País era una más que tenía que competir con las demás ligas por sus valiosos servicios.  ¿Alguien escucho algún reclamo para prohibirle jugar en alguna liga?  ¿Dónde estaban los reclamos patrióticos?  ¿O es que acaso la Patria es el nombre del país o ciudad que aparece en el último contrato que firmo y es quien puede darle el “reléase” como explicaron para justificar porque no la Federación no pudo impedir que Peter John Ramos y Ricky Sánchez pudieran firmar en ligas extranjeras?  ¿O sea que la Patria de PJR era Guayama y ahora es Republica Dominicana y la de Ricky es Cataluña en España?  ¿En el caso de Guillermo como nunca tuvo un contrato firmado que mencionara a Puerto Rico no había forma de reclamar sus servicios?  ¿Así es que funcionan los famosos reglamentos de la FIBA que Tuto utiliza para pretender justificar la acción inicial de la Federación?

Ahora la Federación va a investigar quienes fueron los culpables de esta situación pero ya adjudican que fue el agente de Carla, que el fue el que falló.  ¿A quién le falló?  El agente se debe a su cliente y hará todo lo que pueda para lograr que sea contratado.  ¿Qué no le informó al equipo de la WNBA que Carla no tenía permisos para abandonar el equipo hasta pasar el Preolímpico?  Eso quien lo debe valorar es Carla, porque es posible que eso le haya restado profesionalismo y credibilidad, si es que fuera cierto.  Pero eso no afecta a la Federación.  Lo que si afecta a la Federación es que reconocen que varias veces permitieron y pagaron para que Carla pudiera asistir a varios “try-outs”, ¿si no le iban a dar permiso para que le permitían asistir?  Mientras más explican más se complican.


¿En qué estatus se encuentra Carla ahora?  Por un lado en la incertidumbre de si esa oportunidad volverá a llegar y por otro lado, la alternativa de volver a su “hogar” como “hija prodiga” y convivir con los mismos que le troncharon su sueño y que tienen el poder de tomar las acciones que deseen contra ella una vez se someta a su jurisdicción.  Es lamentable que las famosas líderes feministas de este País no hubiesen levantado el tono de su voz y hubiesen sido más vocales para solidarizarse con Carla.  Es común escuchar a estas líderes hablar de puestos de presidentes, gerentes, CEO’s y otros puestos directivos cuando se refieren a la desigualdad laboral entre el hombre y la mujer, ¿es que acaso no se merece igual respaldo una bombera, una policía, una recogedora de basura, o en el caso de Carla, una atleta?  Dejemos de ser reactivos y de lamentarnos por el abuso o deceso de una mujer y promovamos cortar con la dependencia de estas ya sea de los hombres que eligen como parejas o de las organizaciones que con actitudes machistas, que tal vez algunos vean como paternalistas, pretenden mantenerlas cautivas.


viernes, 7 de agosto de 2015

CARLA CORTIJO VS FBPR


24 de diciembre de 1969

Después de doce años en las grandes ligas, no siento que soy un pedazo de propiedad para ser comprado y vendido independientemente de mis deseos. Creo que cualquier sistema que produce ese resultado viola mis derechos como ciudadano y es incompatible con las leyes de los Estados Unidos y de los diversos Estados.

Es mi deseo de jugar béisbol en 1970, y soy capaz de jugar. He recibido una oferta de contrato del club de Filadelfia, pero creo que tengo derecho a considerar ofertas de otros clubes antes de tomar cualquier decisión. Por lo tanto, solicito que usted dé a conocer a todos los clubes de Grandes Ligas mi sentir sobre este asunto y les advierta de mi disponibilidad para la temporada de 1970.

Curt Flood

La decisión de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico en contra de Carla Cortijo ha estremecido a la comunidad deportiva en general vaciándose en comentarios en su apoyo y en repudio a los líderes federativos.  Para poner en contexto mi repudio a dicha decisión les incluyo un breve recuento de eventos históricos que ponen en perspectiva lo anacrónico de esta decisión.

A continuación mi versión de la carta de Curt Flood:
7 de agosto de 2015

Después de catorce años representando a mi País, no siento que soy un pedazo de propiedad para ser comprado y vendido independientemente de mis deseos. Creo que cualquier sistema que produce ese resultado viola mis derechos como ciudadano y es incompatible con las leyes de los Estados Unidos y de Puerto Rico.

Es mi deseo de jugar baloncesto en 2015, y soy capaz de jugar. He recibido el llamado a representar a mi País nuevamente, pero creo que tengo derecho a considerar otras oportunidades antes de tomar cualquier decisión. Por lo tanto, solicito que usted dé a conocer al club Atlanta Dream de la WNBA mi disponibilidad para esta temporada.

Carla Cortijo

1865 – Se aprueba la 13ra Enmienda a la Constitución de los EEUU, que prohíbe la institución de la esclavitud en todo el país.

22 de marzo de 1873 - la Asamblea Nacional de España aprobó la ley que puso fin a la esclavitud en Puerto Rico.

7 de octubre de 1969 – los Cardenales de San Luis cambiaron a Curt Flood a los Phillies de Filadelfia.  Flood no acepto ser cambiado, solicito ser declarado agente libre y decidió combatir la cláusula de reserva. Aunque ganaba $90,000 en aquel tiempo, comparó la cláusula de reserva con la esclavitud.  Vean que no era un asunto económico, sino uno de dignidad.

En 1970 los dueños de equipos y la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas acordaron la "Regla 10/5" (conocida como la "Regla Curt Flood"), que le daba el derecho a jugadores con más de 10 años de servicio, los ultimo 5 con el mismo equipo el derecho a vetar cualquier cambio.

Cuatro años más tarde el árbitro Peter Seitz decidió que ya que los lanzadores Andy Messersmith and Dave McNally jugaron una temporada sin contrato, tenían derecho a declararse agentes libres lo que esencialmente anuló la cláusula de reserva combatida por Flood y abrió la puerta para la agencia libre.

6 de agosto de 2015 – La Federación de Baloncesto de PR le niega el derecho a Carla Cortijo a cumplir con su mayor sueño: jugar en la mejor liga profesional de baloncesto femenino, la WNBA.  Pero más allá de la aspiración inocente de una niña humilde le deniega el derecho a progresar laboralmente y a mejorar las condiciones socioeconómicas, tanto de ella como la de su familia.  La condena al mantengo deportivo de las federaciones locales en lugar de promover su autosustentabilidad como profesional.

Resulta interesante como las féminas que se han destacado en al baloncesto han sido víctimas de decisiones machistas, racistas, clasistas y hasta pseudo nacionalistas.  Recordemos el caso de María (Cusa) Rivera, la mejor baloncelista en la historia del deporte boricua, a quien se le negó el privilegio de participar con el equipo de los EEUU cuando PR ni remotamente era competitivo en este deporte en la rama femenina.  Que tienen en común Carla y Cusa: son mujeres, son negras y son de origen humilde, el perfil perfecto para cometer abusos contra ellas.

¿Porque catalogo la decisión de clasista?  Recordaran el caso de Gigi Fernández, luego de representar a PR, inclusive ser nuestra abanderada, cuando se incluyó el tenis como deporte en los Juegos Olímpicos en lugar de aspirar a representar a Puerto Rico decidió representar a los EEUU con el aval del mismo Comité Olímpico que le denegó ese derecho a Cusa. ¿Cuál es la diferencia entre Gigi y Cusa y Carla?: Gigi es blanca y viene de una familia acomodada.  ¿Dónde estaba el falso orgullo patrio y el pseudonacionalismo que le inculcan a los deportistas?

¿Por qué catalogo la decisión de machista?  No han sido pocos los casos de jugadores varones que les han manifestado a la LBP su indisponibilidad para jugar debido a que tienen compromisos profesionales y la misma liga ha reconocido ese derecho a esos jugadores.  El caso más reciente de Peter John Ramos y Ricky Sánchez evidencian el contraste en el trato que se les da a los hombres en comparación al que se les da a las mujeres.


Es una pena que todavía no haya salido al ruedo una abogada, entre las que hay muchas lideres feministas, que se haya ofrecido a representar a Carla para combatir cualquier clausula o reglamentación que permita tronchar, no los sueños, sino el hecho consumado de haber firmado un contrato profesional por una joven que no ha hecho más que representar a su País con orgullo sin pedir nada a cambio.