“La
mujer del Cesar no solo debe ser honesta…”
Ustedes saben el resto. Hemos escuchado como un grupo de
profesionales se han quejado de alegadas acusaciones de ser “evasores” como
parte de la campaña pro IVA y de la reforma contributiva por el Gobierno. Ciertamente no todos son evasores, pero
tampoco no todos no lo son. ¿Cuantos lo
son? ¿Cuántos no lo son? Eso se sabrá
cuando empiecen a reportar el IVA y se comparen los ingresos reportados con los
reportados en años anteriores. Sin embargo,
me llama mucho la atención el caso de los médicos.
¿Alguien conoce un médico que
acepte tarjeta de crédito o débito? Yo
no. ¿Porque en lugar de aceptar sus
pagos mediante transferencia electrónica con depósito directo a sus cuentas de
banco prefieren correrse el riesgo de guardar o transportar grandes cantidades
de dinero en efectivo? La industria de las
drogas, medicamentos y servicios médicos debe ser por mucho la de mayor impacto
en la economía. Cuando se habla de
presupuestos, asignaciones federales o pagos de aseguradoras se habla de billones
de dólares o de cientos de millones de dólares como mínimo. ¿Cuánto de ésto va a parar directamente a los
médicos? Nadie sabe. Quien puede tener la mejor información deben
ser las aseguradoras de servicios de salud que son lo que pagan la parte que
los pacientes no pagan.
Si todos queremos aportar lo
justo y lo que nos corresponde sugiero se legisle la siguiente estrategia para
imponer la carga justa y proporcional a los médicos:
- Si el médico EXIGE el pago solo en efectivo, el paciente pagara la totalidad del costo de su cita, no se le podrá facturar a ningún seguro de salud, sea privado o público.
- Se eximirá de pago de contribuciones los ingresos que provengan del pago en efectivo de los pacientes.
- Si el médico NO EXIGE el pago solo en efectivo, el paciente podrá OPTAR por pagar usando tarjetas de débito o mediante el pago en efectivo, el médico PODRÁ RECHAZAR el pago mediante tarjetas de crédito.
- Se establecería una comisión con miembros de la Legislatura, del Colegio de Médicos, del Procurador del Paciente, de ASES y del Medicare, para analizar las cifras de cuanto es el ingreso real de los médicos para entonces decidir una tasa preferencial que les sea aplicable a la facturación médica a los planes médicos.
- Se establecería una moratoria para aquellos ingresos que los médicos hayan “olvidado” reportar o para aquellos gastos que con una gran “creatividad” hayan deducido de su obligación contributiva. De esa manera se abren los libros sin miedo a procesamientos criminales o imposición de multas o medidas administrativas.
- Las aseguradoras retendrán del pago que le hacen a los médicos el porciento correspondiente a la tasa preferencial establecida y junto con el cheque le enviarán un comprobante a los médicos desglosando dicha partida. Igualmente, en un periodo no mayor de 30 días, el Departamento de Hacienda deberá enviar un comprobante certificando el recibo de dicho pago de parte de las aseguradoras.
Esta sería toda la responsabilidad
contributiva de los médicos, no tendrían que radicar planillas, se les retiene
una cantidad justa y proporcional, se les exime del pago de impuestos por los
ingresos en efectivo, el paciente podrá elegir el método de pago que más le
convenga y el Gobierno recibirá un flujo constante de dinero. Me parece que ésta es una oferta “Vito
Corleone” de las que no puedes rechazar, creo que todos salimos ganando. A menos que la situación actual sea más
provechosa para los médicos.
Y por si no lo sabían:
“… si no también parecerlo.”
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