Ahora deben estar contentos los comerciantes. El Departamento de Hacienda (DH) seguirá entretenido
procesando reintegros, y los negocios cobrándonos el IVU para quedárselo. Un aumento de 4.5% en IVU debe ser por lo
menos un 3% de aumento en las ventas por el IVU que no van a remitir al DH. Seguirán aumentando las ventas de vehículos de
lujo, aunque la venta de Toyotas sigue bajando, increíble cómo se da la crisis
en Puerto Rico.
Como consumidores vamos a tener que aprender a regatear y cuando
paguemos o nos exijan cobrarnos en efectivo negarnos a pagar el IVU que nos lo
cobran y no va a llegar al DH. ¿Quiénes
burlaban el arbitrio general en los muelles?
¿Quiénes cobran el IVU y no lo remiten? ¿Quiénes hacen malabares
contables para pagar menos contribuciones?
No somos los consumidores, sino el “sacro santo” sector privado que se
vende como monjitas de la caridad y protesta para “proteger” nuestro interés porque
nos tienen que pasar los aumentos.
