sábado, 26 de agosto de 2017

#EnMiEscuelaFalta

En los EEUU el Presidente Trump pretende gobernar usando Twitter.  En PR tenemos la equivalencia en la Dra. Keleher quien ha decidido dirigir el Departamento de Educación (DE) usando la misma aplicación.  Constantemente podemos ver como publica datos que solo ella entiende y algunos que podemos entender, pero que con la falta de transparencia del Gobierno (todos) ciertamente no abonan nada, a menos que seas un fanático y te creas todo lo que tu Gobierno publica mientras cuestionas todo lo que la oposición publica (aunque publiquen lo mismo).

Pero volviendo a Keleher y el DE, vimos fotos de las escuelas pintadas (lo que requirió que brigadas de empleados de todo tipo pasaran casi un mes ejerciendo de “handymans” y “handywomen” mientras abandonaban las funciones que se suponen realizaran), y luego de comenzar el semestre hemos visto el despliegue de graficas de todo tipo, algunas favorables otras no tanto.  La más reciente reacción de la Dra. Keleher ha sido quejarse públicamente de los directores que alegadamente no cumplen con su deber con la celeridad con la que ella pública las gráficas.  Su malestar ha llegado a tal punto que ha amenazado públicamente de tomar medidas disciplinarias contra todo aquel que ella entienda está obstaculizando su función.

Interesante que  la Dra. Keleher la ha tomado con los directores mientras que no ha manifestado queja alguna sobre los maestros n los padres.  Mientras tanto, la Presidenta de la Asociación de Maestros (AMPR) se ha manifestado sumamente complacido con el inicio de clases.  ¿No tendrá este extraño “maridaje” algo que ver con el hecho de que la nueva ley de retiro contiene unas concesiones especiales hacia los maestros?  En respuesta de las acusaciones contra los directores he podido leer algunos planteamientos en el sentido de que el problema es que los padres no matricularon a sus hijos a tiempo, situación que concuerda con lo que la propia Presidenta de la AMPR advirtió durante el verano en el sentido de que la mayoría de los padres siempre se presentan a la escuela al comienzo del curso con sus hijos a su nueva escuela.  Sin embargo, no hemos escuchado el típico “te lo dije” sino un expresión de conformismo rayando en la solidaridad de parte de la Presidenta de la AMPR.

Esta administración y la Dra. Keleher han sido muy hábiles en distraer la atención de la prensa hacia las remodelaciones (que hay que reconocer) y las entrevistas en todos los medios, a todas horas a la Dra. Keleher.  Muy poca cobertura ha recibido en qué manera se está llevando la integración de los nuevos estudiantes reubicados, excepto par de reportajes reportando eventos de violencia entre estudiantes en algunas de las escuelas.

Sin embargo, hay algo que está quedando rezagado: la situación de los niños y la manera en que se administran cientos de millones de dólares en el DE.  A menudo escucho en la radio las acostumbradas quejas de algunos padres sobre las condiciones de las escuelas y la falta de personal.  Todos sabemos la burocracia que es necesario sobrepasar para que una queja de un padre llegue a los oídos de la Secretaria del DE.  Por lo tanto, en vista de que la propia Dra. Keleher ha validado el Twitter como un medio de supervisión valido, sugiero que los padres, maestros y directores utilicen el mismo mecanismo para contestar los alegatos públicamente.

Para esto recomiendo utilicen en “hashtag” #EnMiEscuelaFalta seguido de la deficiencia, el nombre de la escuela y el municipio.  Los maestros tienen su sindicato, los directores su asociación, pero lo estudiantes están desprovistos de protección.  Si sus padres no se dejan sentir, los niños seguirán siendo la última prioridad en el DE.  Si los padres no reclaman directamente a la Secretaria del DE y se conforman con oírse hablando con Ojeda por radio o esperando que el político que lo que está esperando es poder lograr que nombre a un pariente en el DE los defiendan tendré que concluir lo que muchos dicen que es que los padres envían los niños a la escuela como si fuera un centro de cuido y que su educación les importa poco.