La única reacción de la
Secretaria de Justicia hasta este momento sobre el caso del Alcalde de Guaynabo
ha sido “confirmar” que nunca se ha radicado una querella contra este en el
Departamento de Justicia. ¿Hizo alguna gestión
con la víctima para verificar si en efecto la radico y nadie la atendió y la
eliminaron del sistema? La única expresión
fue “no hay querella radicada”. ¿Dijo “voy
a hacer las gestiones con el gobierno federal con el que firmamos un acuerdo de
cooperación para obtener copia del expediente de cualquier caso que hayan
atendido para determinar si procede alguna acusación criminal contra el Alcalde”?
NO.
Ahora el Gobernador le ordena a
la Secretaria de Justicia que inicie las gestiones para atender este
asunto. ¿Qué va a hacer? ¿Le va a decir que no al Gobernador porque no
hay una querella radicada arriesgándose a que la destituya? O ¿va a obedecerlo ahora dando la impresión de
ser una Secretaria de Justicia sin criterio propio y que se presta a complacer
a su jefe político aun en contra de su criterio profesional? La primera reacción seria la apropiada y demostraría
su integridad como jurista, lo contrario llevaría el mensaje de que está a
merced del criterio del Gobernador para iniciar investigaciones según el
criterio de este.
El año pasado vimos como el caso
del niño Lorenzo y las acusaciones ridículas contra “El Manco” llevaron a nivel
del fango” la imagen de la fiscalía ante el Pueblo. El caso del Alcalde de Guaynabo ahora podría confirmar
lo que históricamente se ha dicho: que el Secretario de Justicia es el sastre
del Gobernador y que actúa conforme sus intereses.
Si la licenciada hubiera
mantenido silencio, si hubiera dicho estamos atendiendo internamente el asunto,
si hubiera dicho vamos a solicitar cooperación de las agencias federales que atendieron
este asunto y hubiera dejado abierta la posibilidad de que se podría proceder
la orden del Gobernador no hubiera llegado y se hubiera trabajado como una conclusión
del Departamento de Justicia y una recomendación al Gobernador. Pero ahora la imagen es, van a actuar contra O’Neill
por orden del Gobernador.
Sea destituida por desobedecer al
Gobernador o renunciando a su puesto por integridad profesional, lo mejor sería
que la licenciada Wanda Vázquez dejara su puesto a
alguien que al menos de la impresión de que si cree que se debe y se puede
procesar al Alcalde.
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