lunes, 25 de abril de 2016

Uber en Puerto Rico

Aparentemente, es muy probable que dentro de poco tendremos en Puerto Rico acceso a la nueva modalidad de sistema de transportación Uber.  Básicamente, Uber es una plataforma o aplicación que permite a un usuario necesitado de transportación recibir el servicio de “taxi” de una persona avalada por la organización de Uber de manera rápida y sencilla mediante el uso de su aplicación para teléfonos inteligentes.

Esto, obviamente, choca con el sistema oficial de taxis regulado por la Comisión de Servicio Público y la Compañía de Turismo.  Esta situación se ha dado prácticamente en todos los lugares en que ha penetrado Uber, con o sin el visto bueno del Gobierno.  Ya en PR los taxistas están criticado el servicio y amenazan con protestar si el Gobierno le da el visto bueno.  De hecho, es posible que haya una de poderes dentro del mismo Gobierno ya que es el Departamento de Transportación y Obras Publicas el que está revisando su reglamentación para dar paso a la entrada de Uber en lugar de la CSP o la CT que son los que regulan el servicio de taxis.

¿Qué tal si en vez de entrar en disputas estériles no se entra en un dialogo interagencial, con los representantes de los taxis y Uber?  Qué tal si en vez de implantar este nuevo servicio de forma antagónica no se llega a un acuerdo donde el Gobierno de PR integre la plataforma de Uber al sistema de servicio de transportación (taxis, taxis turísticos, excursiones, party bus, etc.).  Mediante un acuerdo cooperativo se integrarían los transportistas registrados en la CSP y la CT a Uber junto con nuevos transportistas que provean los mismos servicios sujetos a un mínimo de requisitos acordados entre todas las partes envueltas.

La CSP y la CT se encargarían de certificar a Uber los transportistas que cumplan con el sistema de calificación flexibilizado, liberaría a Uber de esta función en PR, renunciaría a entablar pleitos legales contra ésta, lo que reduciría el costo de su implantación en PR, y a cambio Uber accedería a traspasar el Gobierno de PR una fracción de sus ingresos, por ejemplo, del 20% que Uber retiene del pago al transportista, dividirlo a partes iguales con el Gobierno (10% Uber/10% PR), o una proporción aceptable para ambas partes.


Podrían establecerse limitaciones de áreas donde Uber no podría ofrecer servicio, pero si los transportistas no están identificados sería muy difícil de diferenciar el pon de un amigo del transporte ofrecido por Uber.  Una opción para beneficiar a los actuales taxistas certificados por la CSP y la CT seria que Uber los identifique de manera especial y/o les de preferencia al momento de ofrecer sus servicios.

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