Durante estos primeros 5 meses de este año, y así seguirá hasta
el 11 de junio, la palabra boicot ha sido pronunciada y escrita más que otra
palabra. Se inició con la aprobación de
la ley habilitadora del “Plebiscito para la Descolonización Inmediato de Puerto
Rico”. Eso provoco que el liderato del
PPD propusiera un boicot a la consulta.
En respuesta a esta propuesta, el ala soberanista
del PPD en alianza con el PIP y otras organizaciones y líderes independentistas
formaron lo que se llamó el “Junte Soberanista” para boicotear el boicot del
PPD. El PNP veía como su primer
movimiento debilito a su oposición que amenazaba con una posible división si en
el plebiscito la opción de la independencia/soberanía obtenía suficientes
votos. Esto prácticamente garantizaba su
victoria en las próximas elecciones.
Para sorpresa de muchos, el Departamento de
Justicia Federal (DJF), en respuesta a la consulta de la validez de las definiciones
incluidas en la consulta estableció que el ELA tendría que incluirse entre las
opciones y que inclusive debía eliminarse de la definición de la estadidad que
era la única opción que ofrecía la ciudadanía americana. Esto provoco en el Gobernador un amague de
boicot que duró varias horas cuando manifestó que era “inaceptable” la inclusión
del ELA en la papeleta. Este fue el
boicot más corto del mundo ya que en cuestión de horas ya había un proyecto de
enmienda para incluir el ELA y modificar las definiciones conforme “sugerido”
por el DFJ. Esto parecía debilitar al
PNP que en parte le fallaba a su electorado al acceder a incluir la colonia
entre las opciones y le ofrecía al PPD una opción para participar y fortalecer
su posición como un partido que rechaza la separación de los EEUU.
Nuevamente, para sorpresa de muchos, el PPD decide
reafirmar su posición de boicotear y convoca una asamblea para ratificar su posición. Esta vez se basa en que no se incluyeron las
3 letras E-L-A y porque no los dejaron redactar la definición. En esta asamblea se apreció la actitud de
boicot a los soberanistas que fueron participes del “junte” que a su vez
resulto en un boicot de los soberanistas al caucus del PPD en la Cámara de
Representantes uniéndose en solidaridad a Luis Raúl Torres quien ya se había separado
del caucus.
Por otro lado, los miembros del “junte” anunciaron
su boicot a la consulta debido a la inclusión del ELA en la consulta mediante
la opción de “el territorio”. De hecho,
aunque se enmendó la papeleta no se enmendó el título de la ley a pesar de que
la opción territorial deja abierta de que la descolonización ya no sería tan “inmediata”.
A este intercambio de boicots se añadió la campaña
que un grupo de personas usando las redes sociales inicio para boicotear a
aquellas empresas que patrocinen el Desfile Puertorriqueño de NY debido a que
entre el grupo de personas homenajeadas y reconocidas se encuentra Oscar López
Rivera, quien recientemente adquirió su total libertad luego de ser conmutada
su condena por el Presidente Obama. Poco
a poco firmas como McDonald’s, Coca Cola y AT&T, así como funcionarios políticos
de la ciudad y organizaciones de versa índole han desistido de participar o
patrocinar el Desfile.
Coincidentalmente, tanto el plebiscito como el
Desfile ocurrirán el próximo 11 de junio.
Hasta entonces es posible sigan apareciendo nuevas versiones de boicot a
ambos eventos.
Irónicamente, ambos boicots pudieran implicar
beneficios para el Pueblo. Si el boicot a
McDonald’s y Coca Cola implicara sustituir la comida basura por una mejor alimentación
podríamos combatir la gordura y la diabetes infantil y reducir el gasto en
servicios médicos, uno de los servicios que el Gobierno podría verse obligado a
reducir. Por otro lado el boicot a
AT&T podría representar más tiempo para que las familias compartan en la “realidad
real” en vez de en la “realidad virtual”, de esa manera podrían llevar una vida
menos sedentaria y los padres podrían supervisar mejor a sus hijos.
Por otro lado, el boicot al Desfile (al menos desde
el punto de vista gubernamental) nos ahorrara miles de dólares que anualmente
se despilfarraban para cubrir los gastos de las delegaciones que participaban
del desfile, las galas, homenajes, etc.
Ya veremos el año que viene si el tal boicot era una cuestión de
principios o meramente una expresión de odio contra Oscar López y ataque político
contra Carmen Yulín, a la que el PNP vislumbra como la contendiente de mayor fortaleza
para enfrentarlo en el 2020.
No nos extrañe que el año que viene veamos de nuevo
las delegaciones con la excusa de que como Carmen Yulín lo hizo, no pueden
criticarlos a ellos ahora. Como si los asuntos
de principios personales dependiera de los principios de los demás.
Es importante destacar que el boicot más importante
no es de origen local. La imposición del
DJF de que se incluyera el ELA (o el territorio) como opción en la papeleta ha
sido la más burda gestión de los EEUU de impedir que los puertorriqueños puedan
expresar claramente su posición sobre la opción descolonizadora que
prefieren. Irónicamente, el Gobernador
que exige la descolonización “inmediata” de PR y aprobó la ley para implantar
la versión boricua del Plan Tenesí cuando el imperio lo saboteo, se molestó,
pero inmediatamente y de forma sumisa actuó como colonizado. Si esa es la firmeza con la que va a actuar
la delegación congresional del “estado de PR” nos va a ir muy mal.
Creo que los fondos públicos que se van a
desperdiciar en la implantación del “plan tenesí” inclusive estarían mejor
invertidos en la delegación al Desfile los próximos años, y eso es mucho decir.