¿Cuál es el derecho más
fundamental para todo ser humano?
Obviamente su derecho a la vida.
Nadie puede tener el derecho a privar de la vida a otro ser humano, excepto
en casos de defensa propia y siempre y cuando la defensa sea proporcional a la agresión
o posible agresión. Una vez le
garantizamos la vida al ser humano, debemos garantizarle una calidad de vida
apropiada conforme el avance de la civilización en que se desarrolla. Esto de
la calidad de vida es un concepto relativamente nuevo, obviamente a lo largo de
la historia los reyes, emperadores, faraones, zares y el concepto general de la
realeza y el derecho divino a gobernar y dominar al resto de los miembros de un
pueblo establecían una clara distinción en la calidad de vida en una misma
sociedad. No es hasta que se desarrolla
el concepto de la democracia moderna abierta a la participación de los ciudadanos
a escoger sus gobernantes que no se crea al menos el concepto del derecho a
recibir trato igual del gobierno y a prohibir los privilegios extravagantes de
las clases gobernantes. Claro, eso es en
teoría, todavía queda un gran trecho para lograr una verdadera igualdad dentro
de sociedades democráticas, e inclusive de lograr la transformación de países donde
la tiranía y la ignorancia del pueblo permite que existan gobiernos similares a
los de la edad media.
¿Qué elementos deben abonar a que
se logre una vida digna? En mi opinión existen
dos conceptos elementales: el derecho a la asociación y el derecho a la libre expresión. Siendo el ser humano un ente social lo más lógico
es que busque asociarse con otros seres humanos con intereses afines, ya sea en
asuntos fundamentales a la convivencia como sería la política, el comercio y la
religión o en asuntos secundarios como intereses artísticos, deportivos, entre
otros. Sabemos que la constitución garantiza
el derecho al libre ejercicio de una religión y a la separación de iglesia y estado. Este derecho esta dirigido a proteger a la
iglesia del poder del estado, no al revés.
Un pastor, imán, rabino, sacerdote o cualquier otro líder religioso tiene
todo el derecho de expresar su opinión sobre asuntos de estado, tiene derecho a
aspirar a cargos políticos y tiene derecho inclusive a proponer legislación que
pudiera parecer una imposición de su fe religiosa. Dicha legislación puede ser
aprobada y si no es cuestionada o si el Tribunal Supremo no la declara inconstitucional
la misma es válida. Lo que no puede ocurrir
bajo ningún concepto es que se establezca una religión oficial y se prohíba la
practica de cualquier otra. La única manera
seria que se apruebe unánimemente, el tribunal supremo lo confirme, la policía lo
implante estrictamente, etc. Pero
obviamente, eso ya no seria una democracia sino una tiranía teológica extremista.
Como verán, coloco a la religión como
un derecho que se deriva de los derechos a asociación y a la libre expresión,
que a su vez se derivan del derecho a la dignidad humana. No existe ningún principio ni ley universal
que le dé a la religión una categoría superior al derecho que tiene un ser
humano de asociarse a los Boys Scouts, a un club deportivo como el Real Madrid
o a los Yankees de NY, o a organizaciones cívicas como los distintos colegios
profesionales, el Club de Leones, el Club Rotario, las Damas Cívicas, la Asociación
Americana de Personas Retiradas (AARP), entre las miles de asociaciones cívicas
y de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro. Todas estas organizaciones tienen un fin
positivo, hasta donde yo sé. Ninguno
promueve la violencia, la inmoralidad, el crimen, la división social o cualquier
otro vicio. La única diferencia entre
estas asociaciones y la religión es el concepto de una vida más allá de la
muerte, con sus diferentes vertientes.
Entonces, ¿porque se insiste en
darle una prioridad y una defensa preferente al ejercicio de un credo religioso
sobre cualquier otro principio laico?
Muchas organizaciones tienen credos o principios filosóficos que se
supone enmarquen la conducta de sus miembros.
¿Podría un miembro de un Club de Leones negarse a proveer un servicio a
un miembro de un Club Rotario porque sus principios filosóficos no son
exactamente iguales? ¿Podría un fanático
de los Vaqueros de Bayamón negarse a proveer un servicio a un fanático de los Capitanes
de Arecibo? ¿Vamos a legislar para
garantizarle un derecho a un empleado público a elegir a quien atiende y a
quien no basado en su nivel de indignación ante la persona a la que debe
servir?
La ley que se proponía,
y que temo aun se proponen aprobar, no solo le da preferencia a la religión cristiana,
que esta unánimemente representada entre los que la defienden. No hay un musulmán, budista, o de otra religión
reclamando protección alguna. Sino que
se le está dando una categoría superior a la religión sobre cualquier otro
concepto cívico que actualmente pudiera tener un valor igual o mayor que el de
la religión. Si bien la mayoría reconoce
a la religión un rol importante en la sociedad actual, lo cierto es que las organizaciones religiosas a nivel mundial no están en su mejor
momento. Los innumerables casos de
pederastia y abuso sexual inclusive hacia monjas y entre sacerdotes, así como
las acusaciones de centros de adopción ilegales donde se le removía a mujeres
solteras sus bebes bajo engaño para dárselos a familias que fueran practicantes
religiosas. Sin mencionar las alianzas y
entendidos con gobiernos totalitarios en épocas de guerra.
La práctica de la religión de un
empleado público no está restringida de ninguna manera. De hecho, seguramente, aquellos de ustedes
que van a recibir servicios del gobierno han visto en los escritorios y cubículos
de los empleados símbolos religiosos como crucifijos, citas bíblicas, tarjetitas
religiosas, mayormente cristianas. ¿Alguna
vez un musulmán se ha quejado de eso?
Resulta interesante que el único caso en que se planteo seriamente este
asunto de la libertad religiosa fue cuando un juez del Tribunal Supremo se quejó
porque otro juez había colocado decoración navideña en un área común de sus
oficinas, el mismo tribunal que en última instancia tendría que decidir sobre
esta controversia. Les dejo este enlace
donde se discute en mas detalle el asunto del derecho que pueda o no tener el
ejercicio de una fe religiosa.
Les añado el siguiente enlace
donde expresiones sobre la libertad religiosa y la separación de iglesia y
estado del juez Kolthoff, el mismo que puso el pesebre, son analizadas.
El juez Kolthoff es hijo de un
pastor y una pastora y obviamente la influencia de la religión sobre su personalidad
es mas que obvia. Basado en estos artículos
y expresiones de expertos que no tienen interés en esta controversia, la posición
que se pretendía defender seria declarada inconstitucional y todo hubiera sido
una enorme perdida de tiempo y dinero para complacer a un grupo de personas que
por lo menos ya cuando hablan reconocen que dentro del cristianismo hay diversidad
de opiniones sobre el tema y que ellos solo hablan por ellos y por el grupito
que los apoya, contrario a su estilo previo donde se proclamaban los portavoces
de la conciencia cristiana del país.
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