En los pasados días han ocurrido
dos eventos con relación al Senado de Puerto Rico. El primero, el arresto por segunda ocasión del
senador Abel Nazario, la segunda la elección del Lic. Héctor Martínez para
llenar una de las 2 vacantes surgidas
por la salida de la Lcda. Zoé Laboy y la Dra. Margarita Nolasco para ocupar puestos
en la Rama Ejecutiva.
En el caso de Abel, y contrario a
la primera ocasión, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz recomendó y
luego exigió su renuncia. Cabe mencionar
que los hechos por los que se le acusa no tienen nada que ver con su ejecución como
senador sino de su labor como alcalde de la ciudad de Yauco. En vista de la negativa de éste en dejar su
cargo y básicamente continuar como senador independiente Rivera Schatz radicó
una querella formal ante la Comisión de Ética que ya está siendo atendida.
En el caso de Héctor, se le
recibe con los brazos abiertos luego de haber sido reivindicada su inocencia en
las acusaciones criminales de aceptar regalos a cambio de legislación luego de
10 anos de apelaciones. Si bien es
cierto que en el proceso judicial el resultado es que resultó exonerado de
dichas acusaciones y por lo tanto se le restituye su título de abogado y se le
entiende inocente de dichos cargos. Sin
embargo, una cosa es la acusación criminal y la presunción de inocencia, y
eventual sentencia en ese sentido, y otra es la moral y la ética. Las acusaciones de Héctor Martínez están relacionadas
a su ejecución como senador mientras atendía una medida que podría favorecer a
un empresario que “por casualidad” le invito con gastos pagos a viajar a Las
Vegas a ver una pelea de boxeo de un famoso campeón boricua.
¿Cuál era la relación que tenía Héctor
Martínez con este empresario? ¿Eran familia de sangre? ¿Eran familia política? ¿Eran o fueron vecinos de infancia? ¿Fueron compañeros de estudio en la
universidad? ¿Fueron compañeros del
equipo de polo acuático? ¿Fueron compañeros
en la escuela de leyes? Como diría Rafael
Hernández Colon, NO, NO, NO, NO, NO. NO y NO.
Su única relación y tenían en común era el proyecto de ley que le
interesaba al empresario que se aprobara.
Al final, el proyecto no fue
aprobado. Pero, contrario a como se decidió
el caso de la actual gobernadora cuando era Secretaria de Justicia, el si obtuvo
un beneficio económico por los gastos de viaje, estadía, comida, boleto, etc.,
mientras estuvo en Las Vegas. Esa
conducta es una violatoria de las normas éticas que deben aplicar a los
legisladores y por lo menos es una conducta inmoral y un mal ejemplo para el
Pueblo.
De la misma manera que se refiere
a Abel Nazario a la Comisión de Ética por actuaciones cuando era alcalde, no
hay nada que impida que una vez Héctor Martínez asuma su cargo se someta una
querella ante la Comisión de Ética por su actuación como senador en anterior
termino. Cuando surgieron sus
acusaciones iniciales el presidente del Senado lo apoyo y no radicó una
querella, de hecho, aun durante la celebración del juicio se le permitió continuar
en el cargo.
¿Qué hará en esta ocasión Thomas
Rivera Schatz? ¿Sera consistente o tiene
2 varas para juzgar la ética?
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