Lo cierto es que los “azules
y los rojos” vienen gobernando este país hace mas de 100 años, directa o
indirectamente. La crisis actual no
tiene que ver con el COVID sino con la pandemia de la inmoralidad del colonialismo
que ha corrompido el espíritu y la mente de miles de buenos puertorriqueños que
han cedido ante la tentación de beneficios personales y familiares o ante la intimidación
de las fuerzas imperiales. El ejemplo clásico
que ilustra este planteamiento es la divergencia de las vidas de Don Pedro
Albizu Campos y de Luis Muñoz Marín. El primero,
héroe de guerra, graduado de Harvard, abogado defensor de los mas vulnerables,
el segundo bohemio, hijo talentoso, socio del imperio y autor de una historia épica-mitológica
de la relación PR/EEUU digna de mentes privilegiadas e imaginativas como J.R.
R. Tolkien (The Lord of the Rings/The Hobbit) y J.K. Rowling (Harry Potter).
Como alcalde y político reconocerá,
que lo que nos ha traído a esta crisis que vivimos ha sido como “los rojos y
los azules” le han prometido a la gente lo que ellos quieren y para cumplir sus
promesas a corto plazo no midieron las consecuencias a largo plazo.
Ahora bien, cuando hay que actuar
para implantar soluciones a los problemas que se nos presentan y el pueblo ve
como un color
falla y el otro color promete engañan al pueblo haciéndole creer que un mero cambio
de color
resolverá todos los problemas.
La bondad del puertorriqueño no
esta en cuestionamiento, pero como inicie el escrito, el colonialismo es un “grinder”
de espíritus y mentes que al final se dejan arrastrar y son cómplices, co-partícipes
o encubridores de la corrupción moral y gubernamental.
Se cuestionan las intenciones de
los que abogan por “ni rojos ni azules” y se les acusa de no tener ninguna
trayectoria de servicio cuando entre sus candidatos hay gente respetable que ha
sido reconocida por los mismos “rojos y azules” por su aportación desde la sociedad
civil en el campo legal, ambiental, etc.
Claro, cuando los políticos se honran en posar en una foto junto a estos
destacados líderes y ciudadanos están felices, pero cuando estos mismos
distinguidos ciudadanos ponen en juego la hegemonía de los “rojos y los azules”
entonces son personas sin trayectoria, mentes huecas vacías y sin mensaje. El que nos plantee que la solución para la
crisis provocada por los “rojos y azules” son los mismos “rojos y azules”
realmente nos falta al respeto.
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