Ese es la cifra que el estudio realizado por la
Universidad de Harvard (HU) estima fue la cantidad de muertes en exceso de las que
normalmente se estima hubieran ocurrido en los meses inmediatamente posteriores
al paso del Huracán María. ¿Les parece
una cantidad alta? Ciertamente lo es, y
no es para menos, si nos llenamos la boca diciendo que fue un evento nunca
antes visto para el que nadie podía estar preparado para justificar los fallos
que pudimos haber tenido, como vamos a insistir en adjudicarle solo 64 muertes?
¿Dónde se vieron estas muertes? ¿Dónde los enterraron? ¿Los incineraron? ¿Qué funerarias atendieron esta demanda? En un país 100% incomunicado por semanas y
parcialmente incomunicado por meses es difícil llevar un registro de estos
eventos. Si hubieran podido publicar los
periódicos hubiéramos tenido suplementos especiales de esquelas por
semanas. Pero como dice el refrán, “ojos
que no ven, corazón que no siente”. Por
semanas y algunos meses, no pudimos tener una idea del impacto del huracán mas allá
de las quejas radiales de los lugares que no tenían servicio de energía
eléctrica y posteriormente las filas de las gasolineras y de autos en los
paseos buscando señal telefónica cuando se pudo restablecer la televisión.
¿Cómo se llego a ese número? Según la explicación que ha dado el Dr. Márquez,
coordinador en PR del estudio, el estudio se realizo de la siguiente manera:
- Se diseño el formulario con las preguntas de la encuesta
- Se escogieron sobre 100 barrios, dándole prioridad a los más susceptibles a danos
- Utilizando sistemas de GIS se escogieron al azar varios puntos que correspondían a residencias donde se harían las preguntas.
- El personal se trasladaba a las comunidades y visitaba el punto escogido y se preguntaba sobre las muertes que ellos conocían.
- Las muertes que se reportaban se verificaban con la información que proveían las distintas personas que se iban entrevistando en la comunidad, o sea, no era que alguien decía se murió fulano y se daba, por cierto, sino que se verificaba que otras personas supieran de tal muerte.
- Como en todo estudio estadístico, como las encuestas políticas que aquí tanta credibilidad le dan, se analizan los datos recopilados y haciendo uso de herramientas estadísticas se proyectaba la cifra al total de la población. Interesante que las encuentas políticas se hacen con 100 llamadas telefónicas o entrevistas y con esa información se hacen portadas de periódicos y se desarrollan debates en relación con los candidatos políticos.
- A esta cantidad de muertes estimada se le resto otro estimado de la cifra de muertes naturales que se registran para ese mismo periodo y de ahí surge la cifra de 4,645.
¿Significa que esa es la cantidad de personas
que murieron? No. Eso significa que la cantidad de muertes que
pudo ocurrir excede por mucho los 16 iniciales y los 64 que finalmente dieron
como cifra oficial antes de encomendar el estudio a la Universidad George
Washington (UGW).
Si quieren tener un numero mínimo de muertes
ciertas durante este periodo pueden usar las estadísticas del Seguro Social
sobre cuantas personas se registraron como muertas. Cuando se le notifica al SS que una persona
murió es porque es absolutamente cierto.
Nadie gana reportando la muerte de un beneficiario del SS. Es al contrario, personas que mueren y no se
informa al SS para continuar recibiendo los beneficios que perderían.
Las funerarias son negocios que cobran IVU y
pagan contribuciones. En el caos que se
vivía era posible, aunque no digo que probable, que se procesaran muchos
entierros que no se reportaran como ingresos.
En el caso de los hospitales, adjudicar responsabilidad de la muerte al
huracán podría implicar una posible negligencia, no tanto médica, sino
corporativa del hospital al no estar preparados para un evento como ese, así
que era más fácil reportar las muertes como naturales o causadas por las
condiciones preexistentes, mas que por falta de cuidado medico o de acceso a
medicamentos o tratamientos. Por otro
lado, hubo comunidades normalmente alejadas de los pueblos que a raíz del huracán
hayan quedado incomunicadas por semanas durante las cuales pudieron haber
ocurrido muertes que tal vez nunca fueron reportados porque eran personas sin
familias y/o porque tuvieron que recurrir a enterrarlos o tal vez cremar los
cadáveres para impedir una posible epidemia causada por cadáveres
descompuestos. Como podrán ver, hay múltiples
causas por las cuales no reportan muertes o por lo menos no reportarlas como
relacionadas al huracán.
¿Qué concluirá el estudio de UGW? Seguramente, mas de 64. ¿Mas o menos de 4,645? Sea mas o menos,
seguramente la magnitud de las muertes debe rondar los miles. Nunca tendremos la certeza de cuantos ni
cuales fueron las causas reales de todas las muertes que hayan ocurrido durante
ese periodo. Lo que si debemos sacar de
estos estudios es la experiencia para afrontar futuros desastres reconociendo
que el impacto de estos no se limita a la inmediatez de donde ocurre o a un periodo
limitado de tiempo. Estos fenómenos
tienen efectos no solamente físicos sobre la infraestructura y las personas,
sino que tiene implicaciones psicológicas y sanitarias a largo plazo que deben
atenderse con la misma premura y urgencia que los danos físicos.
Lo que hemos descubierto es el grado de enajenación
que provoca el fanatismo en personas que van desde meros fotutos que no tienen
nada mejor que hacer que dejarnos saber su ignorancia hasta el de profesionales
y personas “ilustradas” que son fotutos de vocación y algunos de profesión para
salvaguardar sus intereses y aspiraciones con el partido en el poder y garantizar
sus igualas.
Ya no son meramente los periodistas, los
abogados, los religiosos (católicos), los trabajadores sociales, los canales de
televisión, los publicistas (menos KOI), las federaciones deportivas, todos
localmente los que tienen una agenda contra la estadidad, el PNP y Ricky, ahora
se le suman nada mas ni nada menos que HU y el New
England Journal of Medicine (NEJM), dos de las instituciones científicas de mas
renombre y prestigio en el mundo que se confabularon para hacer una encuestita
por fastidiar porque no tiene mejoras cosas en las que invertir su tiempo.
Pero que podemos esperar de un partido y un movimiento
que cuyo presidente de la Comisión de Educación del Senado cuestiona la validez
de un estudio hecho por HU y publicado en el NEJM. EL mismo movimiento que critica y quiere deshacerse
de la UPR y llena de halagos a las universidades privadas critica el estudio
porque una universidad privada como le Universidad Carlos Albizu estuvo a cargo
de la coordinación del estudio en PR. Me
imagino que si hubiera sido la Interamericana tampoco hubiera servido porque la
dirigen la familia Fernos y si hubiera sido el Sagrado Corazón tampoco porque
la dirigen los Marxuach, todos populetes, o como dicen los fotutos “independejistas”,
“comunistas”, “chavistas” entre otras linduras.
Si hubiera sido la UMET o alguna de las instituciones del Sistema Ana G.
Méndez, entonces le hubieran dado algún valor al estudio. Claro, ellos si saben reconocer lo que es un prócer
de la patria y son la sede de la Oficina de Pedro Rosselló y expatronos de
Ricky.
Mas les vale a los fotutos que el estudio de
UGW refleje un numero de menos de 1,000 muertes por el huracán, de lo contrario
les va a dar un tantrum que les podría causar un infarto masivo. Los veríamos desplomarse en las aceras
mientras miran sus celulares y conductores provocando accidentes masivos en el
expreso al escuchar la noticia oyendo a Pabón Roca por la mañana o a Ojeda por
la tarde. Un escenario digno de una película
de ciencia ficción. Un evento como ese ameritaría
un estudio de mortandad por fotutismo.
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