lunes, 19 de octubre de 2020

Cincinnatus Portoricensis

 

En 460 A. C., Lucio Quincio Cincinato (en lat., Lucius Quinctius Cincinnatus) fue llamado por el Senado Romano, en calidad de cónsul suffectus, a la muerte del cónsul en ejercicio, para mediar en una controversia entre tribunos y plebeyos, tras lo cual regresó a su ocupación agrícola.

En 458 A. C., Roma estaba inmerso en una peligrosa guerra contra los ecuos y sus líderes mostraban una incompetencia militar increíble. Desesperados, el Senado Romano decidió otorgar poderes absolutos aun solo hombre y eligieron a Cincinato para designarlo como el primer dictador de Roma. Se cuenta que Cincinato estaba con las manos en el arado cuando se le hizo llegar el requerimiento.

Cumplida su misión al conseguir la victoria sobre los invasores en dieciséis días, rechazó todos los honores.  El dictador se despojó de su toga, transcurridos apenas seis días, y aunque le restaban seis meses a su designación, se reintegró a su arado. En adelante, Cincinato ha sido considerado un símbolo del espíritu cívico de los romanos.

Para aquellos estadistas que piensan que la historia de la humanidad comenzó en 1776 y que los EE. UU. descubrieron el Viejo Mundo les informo que esta misma actitud fue la que mostró George Washington después de ganar la Guerra de la Revolución Americana cuando muchos propulsaban la creación de una monarquía y consideraban que era merecedor de ser designado rey.  Sin embargo, el decidió rechazar cualquier designación ni reclamar poderes políticos y regresó a su finca en Virginia.  Por eso muchos lo consideran el Cincinnatus Americano.

¿A qué viene esta introducción?  Como saben, estas elecciones pudieran representar un punto de inflexión en nuestra historia política.  Una tercera fuerza política, el Movimiento Victoria Ciudadana, liderada por la Lic. Alexandra Lúgaro, pero respaldada por un grupo de ciudadanos respetables, serios, educados y sobre todo, que no son vividores de la política ni hijos talentosos, pretenden romper con lo que nos han hecho creer por décadas era el “bipartidismo”.  Lo cierto es que tal bipartidismo no existe y lo único que existe es un partido rojiazul llamado PNPPD cuyo único fin es mantenernos entretenidos con el tema del estatus mientras se reparten la riqueza de los fondos públicos entre ellos, sus familiares y allegados.

¿Tiene MVC el monopolio de la moralidad y la ética?  Claro que no, y no debemos caer en la práctica de la idealización de nadie, ni siquiera de los candidatos de MVC.  ¿Existe gente seria y capacitada en el PNPPD y otros partidos?  Claro que sí, pero lamentablemente al adherirse a la “mafia” (o, como el mismo Aníbal Acevedo Vila identificó en el PPD, a la mugre que se cuela en la directiva de los partidos), caen en la tentación de recibir, deber y pagar favores electorales y privados con contratos y nombramientos de personas que no reúnen los requisitos para realizar trabajos ni ocupar puestos públicos.  El asunto de la corrupción del PNPPD no es un asunto de caras y nombres de personas, es un asunto de una organización criminal que es liderada por gente que muchos consideramos serios y respetables pero que en el fondo viven de la indignidad de la colonia y utilizan a tontos ignorantes para ocupar puestos para manipularlos a su favor, a los más listos los hacen miembros de la directiva.

Para que estas elecciones produzcan un cambio político verdadero y sean el comienzo de una nueva cultura electoral exhorto tanto a los candidatos de MVC, como a aquellos candidatos del PNPPD, el PIP o independientes que resulten electos que aúnen esfuerzos y diseñen los cambios necesarios en nuestra Constitución para atender asuntos como: (1) la separación de los elecciones de los legisladores del gobernador, (2) un orden de sucesión limitando al sucesor del gobernador a un término de 6 meses realizando funciones administrativas, sin autoridad para firmar leyes ni para designar funcionarios a puestos que no sean parte del gabinete constitucional si surgiera o existiera una vacante, y cuya función principal sea convocar a una nueva elección para elegir al nuevo gobernador, (3) garantizar derechos adquiridos por los grupos minoritarios y marginados, (4) establecer una dirección colegiada en agencias como el Departamento de Educación, la Junta de Planificación y el Departamento de Justicia constituida por 3 ciudadanos designados por los 3 partidos con mayor cantidad de votos a su candidato a la gobernación, (5) establecer que la selección de jueces en la rama judicial, fiscales en el DJ y funcionarios similares en las agencias administrativas y el Panel sobre el Fiscal Especial Independiente para atender cualquier caso se haga por sorteo al azar.

Ciertamente, aceptar esta alianza y apoyar algunas de estas medidas causará críticas de parte de los vividores de la colonia y de la ignorancia del Pueblo, recibirán amenazas de retiro de apoyos, por decir lo menos.  Exhorto a todos los legisladores que resulten electos a que siguiendo el ejemplo de Cincinato: cumplan con su misión histórica y retírense a sus vida privada voluntariamente, o si deciden volver a postularse, asuman que podrían ser derrotados por la maquinaria corrupta de los partidos en venganza.

¿Seguiremos escuchando las frases ridículas de “el pueblo me reclama”, “tengo una agenda que quiero completar”, “la gente me para en la calle y me dice que siga pa’lante”? O, ¿habrá quienes decidan formar parte de los Cincinnatus Portoricensis?

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