domingo, 1 de febrero de 2015

Equidad

Estamos ante la expectativa de que se implante en el currículo un cambio para incluir el concepto de “equidad” que debe existir en los roles que la sociedad históricamente la ha asignado a los “hombres” y a las “mujeres” y algunos han extendido esto para incluir el concepto de “identidad de género”.  Por ahora discutiré mi opinión sobre la equidad, la identidad de género la dejare para mas tarde.

El concepto de “equidad” está atado a la lucha feminista por alcanzar un trato igual, mayormente en el campo laboral,  donde se ha reclamado la falta de mujeres en posiciones de dirección y en el caso de aquellas que alcanzan dichos puestos se reclama que no se les ofrecen los mismos beneficios que poseen los hombres que ocupan posiciones similares, igual reclamo aplica a puestos de trabajo que tradicionalmente han sido ocupado por hombres y en lo que ahora las mujeres han incursionado.  Las razones por las cuales esta situación ocurre pueden ser de diversa naturaleza y en la empresa privada es difícil imponer mediante legislación algún criterio que no sea el que los accionistas o directores ejecutivos de las compañías definen, siempre y cuando cumplan con los criterios antidiscrimen que establecen las leyes existentes.  Argumentar si una mujer tiene ser reclutada porque tiene más experiencia que un hombre, pero el hombre tiene un MBA de Harvard mientras que la mujer tiene un MBA de la Universidad de Wichita, por mencionar solo algunos de los criterios que podrían tomarse en cuenta para tomar la decisión, sería un caso que no crea que llegue nunca a un tribunal y mucho menos, que de llegar, la decisión del tribunal establezca jurisprudencia que cambie el marco legal existente basado en esos criterios (experiencia y educación) única y exclusivamente.  Otro sería el caso si la mujer perjudicada grabara la entrevista y espiara a los ejecutivos que toman la decisión sobre ella y pueda probar actitudes puramente discriminatorias por razón de sexo.

Otro aspecto de la equidad es el doméstico.  La mujer reclama que el hombre asuma igual responsabilidad en las responsabilidades del hogar y la crianza de los hijos, entre otros aspectos del matrimonio.  Otro aspecto, y en mi opinión el más importante, es el de la violencia en la relación de pareja y todas sus implicaciones sobre la salud física y mental de la mujer y su impacto en la crianza de los hijos que presencian las discusiones y agresiones contra su madre, y en los casos extremos, a la mujer matando al padre cuando está hastiada de tolerar ese patrón de violencia.  Sobre este aspecto tengo una seria inquietud y tengo tres (3) teorías de porque existe esta disparidad entre el hombre y la mujer:
  1. La mujer es realmente más débil y sumisa que el hombre y por eso el hombre no tiene más opción que aprovecharse hasta llegar a abusar de la mujer.
  2. El hombre es realmente abusador y no importa la personalidad de la mujer, éste siempre buscará aprovecharse y abusar de la mujer, si ésta se resiste, se separa o lo acusa, simplemente la mata.
  3. Mi última teoría es la que más me preocupa.  Me explico: como sabemos, es la mujer la que más se involucra activamente en las actividades de sus hijos: escolares, sociales, deportivas, etc.  Todos conocemos el concepto de “soccer mom” que es la mamá que “carretea” a sus hijos a las prácticas, juegos y torneos, que aunque se aplica al futbol, igualmente aplica al resto de los deportes.  Yo no he escuchado el concepto de “soccer dad”.  Donde mayormente participan los padres es en el “baseball” porque muchas veces hacen de “coaches” y dirigentes de los equipos y para las practicas se necesita de su ayuda, en el resto de otros deportes que son en canchas o espacios confinados o limitados como volibol, baloncesto, tenis, natación, la participación de los padres es mínima y mayormente es la madre la que lleva a sus hijos.   Si a la indiferencia del hombre para este tipo de actividad le añadimos la alta tasa de nacimientos de bebes de madres solteras y la alta tasa de divorcios, se imaginarán la cantidad de madres que tienen que hacer de padre y madre para sus hijos.
Dando por bueno que es la madre la que más contacto tiene con sus hijos e influye más en su crianza tenemos que hacernos varias preguntas: ¿es la mujer la que promueve (consciente o inconscientemente) la conducta machista de sus hijos?, o, ¿la mujer no promueve en sus hijos una conducta de respeto hacia las mujeres?, o ¿es que alguna de mis primeras 2 teorías, o ambas, son correctas?  ¿Cómo explicar que hijos que crecen viendo a su madre sacrificarse por ellos luego asuman actitudes de maltrato contra sus mujeres?  ¿Será que la actitud de la mujer de quedarse soltera para sacrificarse y dedicarse a criar a sus hijos en lugar de buscar una pareja estable  que aporte una figura paterna de autoridad (pero teniendo encuentros esporádicos y sin compromisos con amigos hombres), o peor aun la de soportar el maltrato y no separarse "pensando en los hijos", es lo que promueve que los hijos internalicen la actitud de que el rol de la mujer es sacrificarse por ellos y que ningún otro hombre es digno de “poseerlas” y “dominarlas” (la nefasta filosofía del “o mía o de nadie”)?

¿Qué estamos haciendo mal en la crianza de nuestros varones que ahora la mayoría de los estudiantes universitarios y de la fuerza laboral la constituyen las mujeres?  Ante este cuadro, ¿qué le depara el futuro a las mujeres: (1) ocuparse de la crianza de los hijos, (2) ocuparse de los quehaceres del hogar, (3) trabajar y ahora (4) mantener al esposo que será uno de los muchos hombres que no encuentran o no buscan trabajo, para recibir como premio soportar su abuso y maltrato físico y que éste la despoje del sueldo que gana?

La indiferencia del hombre ante la crianza de sus hijos debería constituir una conducta maltratante de por sí.  Sin embargo, cuando se divorcian los vemos peleando la custodia de sus hijos, que ahora tanto extrañan, para dejárselos los fines de semana, irónicamente, a sus madres (las abuelas) porque tienen compromisos.  Mientras el estado tolere casos como el más reciente de Don Omar y su pareja consensual el asunto de la violencia domestica seguirá rampante.  ¿Cómo es posible que no se puedan someter cargos criminales a un hombre maltratante porque la mujer simplemente desaparece al punto de que ni la fiscal, ni su familia, ni siquiera los programas de chismes, la encuentran?  ¿Cómo sabe el Estado que esa mujer no está siendo coaccionada para que guarde silencio y se mantenga fuera del radar o que simplemente el hombre maltratante pudo comprar su silencio con una buena suma de dinero?  Me parece que el Estado debería exigir, como mínimo, que sea en el Tribunal frente al juez que la mujer informe y explique las razones por las cuales no desea continuar con el caso.  Si la mujer acude a las instituciones del Pueblo de Puerto Rico a pedir auxilio, igualmente debería acudir a explicar porque desiste de recibir el mismo.

¿Creen ustedes que con mas legislación, mas fondos para la Procuradora de la Mujer o mas centros de apoyo pueda resolverse esta situación?  Yo tengo mis serias dudas.


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