La aprobación de PROMESA en la Cámara
de Representantes de los EEUU, su eminente aprobación en el Senado y el endoso
de parte de Casa Blanca junto al veredicto del Tribunal Supremo de los EEUU en
el caso Sánchez Valle parecerían ser la tapa de la lápida del PDD, por lo menos
en sus aspiraciones a una victoria en las próximas elecciones.
Sin embargo, ya vemos que el
Presidente del PPD, David Bernier, a diferencia de su posición original de
combatir PROMESA, prácticamente ha aceptado a trabajar en cooperación con la
Junta de Control Fiscal Federal, a diferencia de la actitud del nuevo
Presidente del PNP, Ricky Rosselló, y su compañera de papeleta, Jennifer González,
de combatir el proyecto, la Junta y, presumo yo, continuaran con la implantación
del Plan Tennessee.
En mi opinión, y salvando las
diferencias entre los protagonistas, podríamos estar en un momento histórico similar
al que se dio cuando Pedro Albizu Campos y Luis Muñoz Marín eran los líderes políticos
máximos de la Isla. Albizu, un criollo, excombatiente
del ejercito de los EEUU en la WWI, graduado de ingeniería química de la
Universidad de Vermont y de leyes de Harvard parecía ser el candidato ideal
para los EEUU para que asumiera la gobernación de la Isla contrario a Muñoz de
tendencias independentistas y socialistas, hijo del político más importante en
la Isla bajo el dominio Español al momento de la invasión, pero que sin
embargo, prefirió más la vida bohemia y artística que cultivarse académicamente.
Albizu, firme en sus convicciones
decidió combatir el gobierno invasor y luego el gobierno colonial avalado por
los EEUU. Muñoz, decidió rescindir de
sus principios y se sometió a las acciones de los EEUU para organizar un
gobierno colonial y usar a PR como vitrina del progreso del capitalismo y la
democracia americana en contraste con los movimientos socialistas/comunistas
que venían levantándose en América Latina.
Albizu asumió la lucha armada
como medio de lucha y, como otros que siguieron su ejemplo, han sido
catalogados de terroristas y criminales.
Muñoz, por su parte, ha sido bautizado como el padre del ELA, y el
promotor del progreso que la Isla alcanzo entre los 1950’s y 1970’s.
No sé porque, pero en este caso,
me parece que las circunstancias son similares pero el resultado puede ser
invertido. Albizu luchó por la
independencia y terminó preso, Muñoz abdicó a la búsqueda de la independencia,
avaló la colonia, y terminó siendo un héroe.
Ahora, el PNP, que alega va a confrontar a la JCFF y a los EEUU podrían terminar
derrotados y el PPD, si finalmente se avala la posición de Bernier de colaborar
con la JCFF, podría terminar triunfante, y me temo que el resultado final sería
que el PPD abandonaría su defensa de la colonia y aceptaría guiar a la Isla
hacia su independencia.
Como podría ser esto, bueno,
todos sabemos que el PNP tiene su cuota de irregularidades (por no decir corrupción)
recientes que no han sido investigadas.
No es que el PPD no tenga las suyas (que están fresquecitas en nuestra
memoria todavía), pero el imperio puede decidir usar sus reservas de corrupción
para influenciar las elecciones, como hicieron con Aníbal Acevedo Vila. Por otro lado, sabemos que igualmente los
EEUU pueden apoyar la candidatura de un político que les convenga, como se dice
apoyaron a Luis Ferre cuando se postuló para Gobernador.
Por lo tanto, no sería extraño
que próximamente se inicie una racha de operativos y acusaciones de parte del fiscalía
federal dependiendo de las posiciones que finalmente asuman tanto el PPD como
el PNP. De hecho, ya la Contralora
anuncio que está colaborando con el FBI en un sinnúmero de investigaciones.
Ya veremos cuan sólidos son los
principios de nuestros partidos y sus líderes, ya veo que uno se está doblando,
veremos si el otro se mantiene erecto frente el
huracán que se avecina y logra salir ileso.
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