A raíz de la pugna sobre quien
sustituye a Ricardo Rosselló en la gobernación se ha sugerido la necesidad de
enmendar la constitución para crear un cargo electivo de vicegobernador en
lugar del cargo de secretario de estado.
Sin embargo, ¿realmente alguien cree que un candidato a gobernador va a
elegir como vicegobernador a un compañero que pueda hacerle sombra? La experiencia mas cerca es la de los EE. UU.
donde existe el cargo electivo de vicepresidente. ¿Alguna vez se ha elegido a un vicepresidente
de un partido diferente al del presidente? No.
Últimamente, el candidato a vicepresidente es uno insípido pero que a la
misma vez resulta atractivo a sectores del electorado donde el candidato a
presidente resulta poco atractivo. Una
vez en funciones, el vicepresidente es poco relevante en la política de día a día
que es manejada por el presidente, el secretario de estado y secretario que
manejan asuntos específicos. Con esto en
mente y con el recuerdo de la poca capacidad que han demostrado los pasados
gobernadores ¿se imaginan que clase de vicegobernadores tendremos?
Mi alternativa a esta propuesta
es que en el caso excepcional de que se residencie un gobernador en lugar de
buscar un sustituto que complete el cuatrienio de su predecesor se convoquen
elecciones para elegir a un nuevo gobernador entre los 3 partidos que hayan
obtenido la mayor cantidad de votos para la gobernación en las ultimas
elecciones en un periodo no menor de 3 meses y no mayor de 6 meses, excepto que
por unanimidad se acuerde lo contrario.
Mientas tanto, se implantaran las disposiciones de la ley de sucesión tal
y cual esta vigente. En el ínterin, cada
partido tendrá derecho a designar a un representante en las agencias y
organismos gubernamentales que tendrá derecho a requerir información de los
tramites y gestiones de las mismas.
Una vez elegido el nuevo
gobernador, este designara a los miembros de su gabinete constitucional y
cualesquiera otros funcionarios a los que por ley tenga derecho sin oposición ni
necesidad de confirmación reemplazando a los designados por el gobernador
residenciado. La legislatura tendrá un periodo
de un ano para destituir a estos secretarios o funcionarios mediante un
procedimiento similar al del residenciamiento del gobernador. En ese momento, el nominado a reemplazar a
ese funcionario pasara por el proceso normal y corriente que su nombramiento
requiera.
Una vez tome posesión de su
cargo, el nuevo gobernador completara un nuevo termino de 4 anos en lugar de
completar el término del gobernador residenciado.
Me parece que un proceso que debe ser excepcional (así esperemos) que
implique una lucha de poder como la que vemos ahora no es aceptable. Si nombrar a una persona que complete un
cuatrienio es complicado aun cuando el ejecutivo y el legislativo son del mismo
partido imagínense si fuera un gobierno compartido o dividido. Lo mas justo es que nos dirija un gobernador
con todas sus facultades y que no empiece su cuatrienio con las manos atadas y
2 strikes en contra.
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